La colisión se produjo a las siete y media de la mañana, en una departamental sinuosa de la Gironda francesa. Dos vehículos, un camión y un autobús
PUBLICIDADLa colisión se produjo a las siete y media de la mañana, en una departamental sinuosa de la Gironda francesa. Dos vehículos, un camión y un autobús con cuarenta y ocho pasajeros a bordo, la mayor parte jubilados, han chocado después de que el conductor del camión perdiera el control de su vehículo y lo atravesara en la calzada, en medio de las viñas bordelesas de Saint Emilion.
Se trata del peor accidente de tráfico en Francia desde hace treinta y tres años, cuando murieron cincuenta y tres personas en la Costa Dorada, la mayoría niños. Tras aquel accidente la ley de carreteras se endureció, con un código de la circulación que, entre otras cosas, limitó la velocidad de los autocares y definió la jornada laboral para sus coductores.
La investigación judicial ya ha comenzado en Libourne. Todo indica que el conductor del autobús no pudo hacer nada por evitar la colisión, en un tramo de curvas cerradas sin demasiada visibilidad. Antes de chocar, llegó incluso a abrir las puertas del vehículo para facilitar la evacuación tras el accidente. Sin embargo, muy pocos pudieron escapar. La explosión que siguió al impacto abrasó vivos a la mitad de los pasajeros. Sólo siete de ellos y el chófer consiguieron salir a tiempo.
El Parlamento nacional ha abierto su sesión con un minuto de silencio y las muestras de solidaridad provienen de todo el mundo.