“Una lata de refresco cargada de explosivos”, esta es la bomba casera con la que el grupo Estado Islámico afirma haber derribado el avión ruso que se
PUBLICIDAD“Una lata de refresco cargada de explosivos”, esta es la bomba casera con la que el grupo Estado Islámico afirma haber derribado el avión ruso que se estrelló en la península egipcia del Sinaí el pasado treinta y uno de octubre con doscientas veinticuatro personas a bordo.
En “Daquib”, la revista propagandística que editan en inglés, los yihadistas dan pelos y señales de cómo perpetraron supuestamente este atentado. Aseguran que el objetivo inicial era cualquier avión de un país de la coalición contra Dáesh liderada por Estados Unidos, pero que decidieron cambiarlo después de que Rusia lanzara su ofensiva aérea para apoyar al régimen de Bachar al Asad. Sin embargo, no explican cómo consiguieron introducir la bomba en el aparato, ni cómo la detonaron.
En la misma publicación, Dáesh anuncia la ejecución de dos rehenes que mantenían secuestrados desde hace meses. En las fotografías aparecen los supuestos cadáveres del noruego Ole Johan Grimsgaard-Ofsad y del chino Fan Jinghui. Sus respectivos países se habían negado a pagar un rescate por considerar que esto aumentaría el riesgo sobre otros ciudadanos noruegos.