La caza de ballenas enrarece las relaciones entre Tokio y Canberra. De visita oficial a Japón para estrechar lazos económicos y militares, el primer
PUBLICIDADLa caza de ballenas enrarece las relaciones entre Tokio y Canberra. De visita oficial a Japón para estrechar lazos económicos y militares, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, ha expresado su malestar el hecho de que los balleneros nipones hayan vuelto a la Antártida:
- “Tenemos una asociación estratégica especial con Japón. Y hay algunos asuntos en los que estamos en desacuerdo. Australia está muy decepcionada por la reanudación de la caza de ballenas en el Océano sur”.
El año pasado la Corte Internacional de Justicia ordenó a Tokio que detuviera su supuesto programa de captura científica de cetáceos. Ahora, tras reanudar esta práctica ancestral, Japón prevé cazar 333 ejemplares ballena enana al año durante los próximos 12.