Tras reunirse en Teherán con su homólogo iraní, el ministro de Exteriores de Irak ha defendido las virtudes de su país para frenar la escalada de la
PUBLICIDADTras reunirse en Teherán con su homólogo iraní, el ministro de Exteriores de Irak ha defendido las virtudes de su país para frenar la escalada de la tensión en la región desatada el sábado tras la ejecución del clérigo chií, Nimr Baqir al Nimr.
“Irak está en el corazón de la región y hemos intentado utilizar nuestras amplias relaciones con los países árabes y con otros países para que Irak pueda desempeñar su papel y aliviar las tensiones entre Irán y Arabia Saudí. Se nos ha dado esta responsabilidad”, declaraba Ibrahim al- Jafari.
La ejecución del clérigo chií ha despertado la ira de esta comunidad y ha ejercido de catalizador de las tensiones sectarias y de la pugna por el liderazgo regional que mantienen el reino suní de Arabia Saudí e Irán, de mayoría chií.
Riad y Teherán han roto relaciones diplomáticas tras el ataque a varias legaciones saudíes en Irán.
La tensión aumenta y los países vecinos toman posiciones.
Baréin y Yibuti han roto relaciones diplomáticas con Irán. Manama ha anunciado la desarticulación de una célula terrorista ligada a Teherán y Hezbolá que presuntamente planeaba ataques en Baréin.
Al Nimr, enterrado el domingo en un lugar secreto, fue ejecutado junto a otras 46 personas, en la mayor ejecución masiva realizada en el reino saudí en décadas.