David Cameron sigue buscando aliados a su plan de reforma de la Unión Europea. En su visita a Alemania, el primer ministro británico ha vuelto a
PUBLICIDADDavid Cameron sigue buscando aliados a su plan de reforma de la Unión Europea.
En su visita a Alemania, el primer ministro británico ha vuelto a insistir en uno de los puntos más polémicos de su plan: limitar las prestaciones sociales a los extranjeros que residan en el Reino Unido los primeros cuatro años.
“Queremos asegurarnos de que nuestro sistema de bienestar no produce una atracción artificial para viajar al Reino Unido, porque en los últimos años hemos sentido una presión de la migración excesiva. Creemos que se pueden tratar todas estas cuestiones. Las conversaciones van bien”, declaraba.
En Hungría, segunda etapa del viaje de Cameron, el plan de reforma se estudia con especial atención ya que cerca de 100.000 húngaros trabajan en el Reino Unido.
Conocido por su “mano dura” frente a los inmigrantes y refugiados en Europa, el primer ministro húngaro aseguraba:
“Nos gustaría dejar claro que no somos inmigrantes en el Reino Unido, sino ciudadanos de un Estado miembro que pueden conseguir un trabajo en cualquier país de la Unión. Queremos utilizar este derecho que tenemos. Así que no vamos ser parásitos en el Reino Unido, no queremos quitar puestos de trabajo a quienes viven allí, no queremos vivir a su costa, sólo queremos ejercer nuestros derechos y trabajar”.
David Cameron ha declarado que su meta es garantizar el futuro del Reino Unido “en una Unión Europea reformada”. Un cambio que, asegura, contribuiría a que los británicos se pronunciasen a favor de la permanencia en la Unión en el referéndum que deberá celebrarse a más tardar el próximo año.
“Los futuros cambios del sistema social en el Reino Unido son muy importantes para muchos húngaros porque, según recogen varios estudios, después de Budapest, Londres es la ciudad donde más húngaros viven”, concluye nuestra corresponsal, Andrea Hajagos.