Irán ha liberado a diez marinos estadounidenses que habían entrado ilegalmente en sus aguas territoriales. Un incidente que ya se ha dado en el
Irán ha liberado a diez marinos estadounidenses que habían entrado ilegalmente en sus aguas territoriales.
Un incidente que ya se ha dado en el pasado pero que, en esta ocasión, ha sido resuelto con una inusitada celeridad y fluidez entre los dos países.
Los hechos se produjeron el martes cerca de la isla iraní de Farsi, en la estratégica vía que separa la República islámica de la península arábiga, cuando el cuerpo paramilitar de los Guardianes de la Revolución, encargado de la vigilancia de las aguas del Golfo Pérsico, detectó la presencia de dos patrulleras de Estados Unidos.
“Nuestra conclusión final es que la entrada en nuestras aguas no se hizo con un objetivo hostil o para el espionaje. Llegaron a la zona debido a un mal funcionamiento de sus sistemas de navegación y han reconocido que no sabían que se encontraban cerca de la isla iraní de Farsi”, declara en un tono conciliador Ali Fadavi, comandante del cuerpo de los Guardianes de la Revolución.
La rapidez con la que se ha solucionado este incidente es una muestra de la buena voluntad que mantienen los dos gobiernos, tras el histórico acuerdo alcanzado en julio sobre el programa nuclear iraní y que entrará en vigor este fin de semana.