El Gobierno ruso admite que el hundimiento de los precios petrolíferos les comporta “riesgos serios” para su presupuesto, en una economía que depende
El Gobierno ruso admite que el hundimiento de los precios petrolíferos les comporta “riesgos serios” para su presupuesto, en una economía que depende fundamentalmente de este sector. Así lo reconoció el primer ministro, Dmitri Medvédev, en el Consejo de Ministros donde pidió a sus miembros que recortaran un diez por ciento sus cuentas. El día anterior, en un foro económico, se habló en los mismos términos.
“Pediremos al Parlamento que recorte los gastos un diez por ciento, excepto en los de Defensa, siguiendo la decisión tomada”, confirmó el ministro de Finanzas, Anton Siluanov. ¿A qué nos llevará esto? Nos llevará a reducir al menos mil millones de rublos. Pero, en realidad, seguirá siendo insuficiente”.
De hecho, los presupuestos rusos de 2016 se habían hecho en función de un barril de petróleo a cincuenta dólares cuando este ya ha bajado de los treinta. El Ejecutivo también prevé ahora una contracción del Producto Interior Bruto del país en ocho décimas cuando anteriormente proyectaba un crecimiento de siete décimas. En 2015, la economía rusa ya retrocedió un 3,7 por ciento.