El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, y el emperador de Japón, Akihito, se reunieron hoy en el palacio presidencial de Malacañang. Es el
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, y el emperador de Japón, Akihito, se reunieron hoy en el palacio presidencial de Malacañang. Es el segundo día de visita del monarca nipón Akihito y su esposa, la emperatriz Michiko, con la que conmemoran el 60 aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países.
Mientras, fuera del palacio varios grupos de defensa de los derechos de las mujeres se congregaron a las puertas para exigir una disculpa oficial del gobierno japonés a las llamadas “mujeres de consuelo” las esclavas sexuales de los soldados japoneses en Filipinas durante la Segunda Guerra Mundial.
El Gobierno de Filipinas asegura que se trata de algo zanjado. En desacuerdo las manifestantes, entre ellas una de la esclavas sexuales filipinas de los soldados japoneses, Narcisa Clavería: “Mi mensaje al emperador es que, dado que ya han reconocido las mujeres de confort coreanas, Tokio prometió 8,3 millones de dólares para las víctimas de Corea del Sur, ¿qué pasa con las víctimas filipinas? Se nos debe reconocer a nosotras también, porque todas somos víctimas.”
El Gobierno de Filipinas se ha negado a tratar sobre las prisioneras violadas por los soldados japoneses. Las asociaciones de defensa de las ex prisioneras filipinas aseguran que los abusos de Japón tienen humana las supervivientes y que deben llegar a un acuerdo como el alcanzado por Corea del Sur.