El virus Zika y las mujeres

El virus Zika y las mujeres
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Por Beatriz Beiras
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El virus del Sida, luego el Ébola y ahora el Zika.Las mujeres son las principales víctimas de estos virus para los que no hay vacuna ni cura. Ellas cuidaron a sus familiares enfermos de Ébola y se contagiaron fatalmente; el VIH también se ceba mas en ellas y en sus bebés si están embarazadas, y ahora les viene encima el Zika.

«El riesgo, yo diría que grave, es para las mujeres embarazadas », con esta frase el jefe de gabinete del Gobierno brasileño recomendaba a las mujeres gestantes no acudir a los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Río de Janeiro entre el 5 y el 21 de agosto. Para miles de brasileñas la advertencia llegaba demasiado tarde: el 2 de febrero eran ya 4.074 los casos de bebés con microcefalia, la semana anterior se notificaron 3.718 casos.

El 1 de febrero, unas horas antes de esa recomendación a las embarazadas, la OMS clasificó la epidemia del virus Zika de urgencia sanitaria mundial. Ocho meses atrás, en mayo de 2015, el virus ya se había extendido por el noreste de Brasil: ahora se sabe que 8 de cada 10 bebés con esta malformación congénita nacieron en esa región pobre del país. Pero no fue hasta el 28 de noviembre que un laboratorio brasileño hizo la conexión entre el virus zika y la microcefalia fetal, una relación que todavía no se ha podido probar científicamente.

Pero fue la gran cantidad casos aparecidos en Brasil lo llevó a la OMS a lanzar la emergencia sanitaria internacional para contener la propagación.

Sin diagnóstico precoz de la infección viral, cuyos síntomas no son claros; sin tratamiento ni vacuna, las mujeres están indefensas ante una epidemia que ha puesto de manifesto la falta de reactividad de las autoridades sanitarias de los países mas afectados, Brasil y Colombia principalmente.

Pero lo mas inquietante es que, ahora que las consecuencias ya son visibles y desgraciadamente irreversibles mas muchos niños, los responsables de la salud de las mujeres siguen sin tomar medidas eficaces para protegerlas.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff intentó tranquilizar a la población, el 3 de febrero con frases del estilo: «Con la ayuda del pueblo vamos a probar, una vez mas, que Brasil es fuerte y no será vencido por un mosquito ».

Luchar contra el mosquito obligando a la población a dejar entrar en sus casas los equipos de fumigación, sí; distribuir repelentes a las embarazadas, también; pero ¿qué hay de las medidas de prevención del embarazo para las mujeres?

Hemos visto campañas de distribución de preservativos en las calles de las grandes ciudades, que parecen sobre todo destinadas a los medios, pero ¿qué ocurre en las zonas rurales y pobres donde vive la mayoría de las afectadas?

Se sabe que el mayor riesgo de malformación fetal es en el primer trimestre de gestación, por lo que ahora la urgencia es evitar los embarazos.

De modo que los Gobiernos de varios países latinomericanos se han contentado con recomendar a las mujeres que los eviten hasta que pase la epidemia. ¡En algún caso hasta 2018!

De no ser trágico sería cómico, ha dicho al respecto el inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo, descubridor de la primera vacuna contra la malaria.

¿Y qué ocurre con las que ya están o se queden embarazadas? Pues arriesgarse a dar a luz a un bebé con microcefalia, ya que el aborto terapéutico por malformación fetal es ilegal en los países latinoamericanos afectados.
A la pregunta de si Brasil levantaría las restricciones para abortar a las mujeres con Zika, el ministro de salud brasileño, Marcelo Castro, remitió la responsabilidad de la decisión al Congreso. Las mujeres que esperen, ¡pero el virus no se detendrá!

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