El director de orquesta, Ottavio Dantone nos habla del que fuera el último éxito operístico de Haendel, la ópera “Alcina”; y sobre cómo se imagina
El director de orquesta, Ottavio Dantone nos habla del que fuera el último éxito operístico de Haendel, la ópera “Alcina”; y sobre cómo se imagina que era Haendel.
“No olvidemos que en el siglo XVIII, la música era importante, pero la combinación de la música con los colores y los efectos especiales lo era aún más. Y esta ópera específica, “Alcina”, era perfecta para ello. Y Haendel jugó esa baza y la obra fue un éxito. De hecho, fue su último gran éxito antes de consagrarse, definitivamente, al género del oratorio, y dejar el escenario a sus rivales.”
Ottavio Dantone considera que el público del siglo XXI no requiere de artificios para escuchar el repertorio barroco.
“El público de hoy en día está más preparado para escuchar la música sin necesidad de una aparatosa puesta en escena como en el pasado, cuando incluso utilizaban fuego en escena con el riesgo de provocar un incendio.”
“Haendel tiene ese don innato para encontrar “colores” que comunican el estado de ánimo, los afectos – como se llamaba en aquella época – que el actor o cantante quiere transmitir. El cambio de Ruggiero, que al principio está completamente obnubilado por la hechicera Alcina y que después vuelve en sí, y todo esto cobra sentido con el ritmo de la escritura.”
“Me imagino que Haendel era una persona con una especial capacidad para captar las emociones, pero era también un gran compositor de talento, que seguramente tenía sus cambios de humor, típicos de las personas sensibles. No era el éxito lo que le fascinaba, sino transmitir las emociones. Y además, era una persona frágil.”