Los latigazos de terror que ha recibido Turquía en los últimos meses han minado la moral de amplios sectores de la población. En la céntrica plaza
PUBLICIDADLos latigazos de terror que ha recibido Turquía en los últimos meses han minado la moral de amplios sectores de la población. En la céntrica plaza Taksim de Estambul, no muy lejos del lugar donde el pasado doce de enero murieron diez alemanes víctimas de un atentado suicida, apenas hay un alma.
- “Ahora”, cuenta este viandante, “cuando paseo con mis amigos evitamos las multitudes, vamos por las calles mas vacías, evitamos los lugares muy concurridos. En todas partes hay policías. Todo el mundo está nervioso. Nosotros también. Vivimos muy cerca de Taksim. Tengo miedo”.
La sensación de inseguridad ha afectado especialmente al turismo, uno de los pilares de la economía turca y una fuente de empleo para la población local.
- “No queremos que esto ocurra. Somos jóvenes, pero no estamos seguros de nuestro futuro. Hemos perdido nuestra esperanza. Las posibilidades encontrar trabajo se están reduciendo debido al terrorismo”.
- “Los ataques terroristas han generado problemas y ansiedad en Turquía. La gente trata de evitar los lugares muy concurridos. Las fuerzas de seguridad han tomado medidas draconianas en los puntos sensibles de las zonas céntricas de las grandes ciudades”, concluía nuestro corresponsal en Estambul, Bora Barayktar.