Austria mantiene su nueva postura en política de refugiados. La república alpina sigue adelante con sus planes sobre controles fronterizos desoyendo
PUBLICIDADAustria mantiene su nueva postura en política de refugiados. La república alpina sigue adelante con sus planes sobre controles fronterizos desoyendo los ruegos y reprimendas de Bruselas.
Las medidas austriacas, que arrancan ese viernes, establecen un máximo de 80 peticiones de asilo al día y un tránsito diario por su territorio de 3200 refugiados, 37.500 al año. Desde Bruselas instan a Viena a esperar al menos al próximo Consejo Europeo para debatir el asunto, pero la postura austriaca es clara:
“Si cada país pudiera tomar la decisión de limitar e número de inmigrantes al equivalente, con respecto a su población, de nuestros 37.500, estaríamos hablando de más de dos millones de refugiados” se ha defendido el canciller austriaco Werner Faymann. “Así que de verdad creo que no podemos hacer más. Hacer más significaría acoger directamente a todos, y eso no puede ser”.
Bruselas no se enfrenta sólo a Austria sino también a varios países de los balcanes. Croacia, Macedonia, Eslovenia y Serbia acordaron recientemente un sistema de control fronterizo que sólo permitirá pasar a aquellas personas cuyas naciones esten en guerra. Como respuesta, el primer ministro italiano Matteo Renzi amenazaba este jueves con cortar a estos países los fondos estructurales que reciben de la UE.
Alemania y Reino Unido, que no verían con malos ojos este castigo, apuestan por su parte por un plan conjunto con Turquía para tratar de frenar el flujo de refugiados. A principios de marzo podría tener lugar una reunión especial sobre el asunto en Ankara.