"Lo importante es que los incidentes aislados sean rápidamente controlados y contenidos. Esa es la verdadera prueba", Staffan de Mistura (enviado especial de la ONU a Siria)
PUBLICIDADA pesar de la desconfianza, el alto el fuego continúa en Siria. Ciudadanos de todo el país disfrutan de un inusual silencio. El cese de la amenaza permanente de bombardeos y ataques ha permitido que, por el momento, los sirios vuelvan a salir a la calle y hasta puedan jugar al backgammon. Están pudiendo olvidar por unas horas la espiral de violencia y destrucción en la que se ha convertido su país.
Se han producido incidentes aislados: rebeldes sirios en el noroeste han denunciado haber sido atacados por fuerzas gubernamentales; tres militares resultaron muertos al repeler un ataque en la provincia de Latakia, rebeldes del grupo Jish al Islam aseguran que fuerzas gubernamentales les atacaron con barriles bombas en el este de Gouta (cerca de Damasco).
Además, un coche bomba del llamado Estado Islámico ha estallado esta mañana en un puesto de control del régimen a la entrada de Salmiya, en la provincia central de Hama, provocando la muerte de dos oficiales.
Se supone que el Ejército sirio se limita a atacar las posiciones tanto del grupo Estado Islámico como del Frente Nusra, aliada de Al Qaeda, quienes han rechazado la tregua.
“Es una bendición de Dios que pare este río de sangre que invade el país. Este es nuestro país. Nos sentimos destruidos. La sangre derramada aquí es la de nuestros hijos. Nuestros niños. Nuestras mujeres. Ya no sabemos lo que ocurre. Ni cómo hemos llegado a este punto”, explica Abu Samer Al Kardoum, un residente de Homs.
Desde Ginebra, el tercer enviado especial de la ONU a Siria desde que comenzó el conflicto hace más de cinco años, Staffan de Mistura, pidió tiempo para asentar la tregua: “Tenemos una oportunidad importante, pero debemos esperar a que se produzcan repuntes, tendremos que implementar ajustes, que lidiar con las tensiones e incidentes… pero, lo importante es comprobar si esos incidentes son rápidamente controlados y contenidos. Esa es la verdadera prueba a la que nos enfrentamos”.
La efectividad del acuerdo temporal alcanzado por cien grupos armados, la coalición internacional y el régimen sirio será real cuando llegue la ayuda humanitaria a los lugares del país en los que un millón de sirios viven sitiados.