El primer grupo de aviones SU-34 ha aterrizado en una base aérea del suroeste de Rusia. Con gran efusividad han sido recibidos los pilotos. Tanto por
PUBLICIDADEl primer grupo de aviones SU-34 ha aterrizado en una base aérea del suroeste de Rusia.
Con gran efusividad han sido recibidos los pilotos. Tanto por sus compañeros como por las autoridades militares, que han condecorado a los que desde el 30 de septiembre han combatido en Siria.
Para sorpresa de todos, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el lunes que reduciría considerablemente la presencia militar en el país árabe con el argumento de que las fuerzas rusas han cumplido la misión que se les encomendó.
Eso sí, Putin ha asegurado que mantendrán en el país suficientes fuerzas para controlar el cumplimiento del alto el fuego que lleva en vigor tres semanas y para seguir combatiendo al autodenominado Estado Islámico.
“Para garantizar la seguridad de manera efectiva, incluso desde el aire, se necesitan los sistemas de seguridad más modernos”, decía el jefe de la administración presidencial rusa Serguéi Ivanov.
Rusia cuenta con una base naval en Tartús, en la costa siria y una base aérea cerca de Latakia. El Kremlin dijo hace poco que estas dos instalaciones serían utilizadas para desplegar ayuda humanitaria.