El cierre de las fronteras y las escasas posibilidades de que la ruta de los balcanes vuelva a abrirse no ha desanimado a los refugiados que cruzan
PUBLICIDADEl cierre de las fronteras y las escasas posibilidades de que la ruta de los balcanes vuelva a abrirse no ha desanimado a los refugiados que cruzan el Egeo. Este miércoles, otros 4.300 desembarcaron en el puerto del Pireo, en Atenas, sin saber muy bien cuál será su futuro ni si serán devueltos a Turquía. Todo depende de la cumbre europea que este jueves comienza en Bruselas. El primer ministro italiano, Mateo Renzi, espera que los 28 aparquen sus diferencias y antepongan el bien común para llegar a un acuerdo.
“La Europa que viaja a Marte se ha quedado bloqueada en Idomeni”, decía frente al Parlamento italiano, “viendo cómo una madre tiene que lavar a su hijo con una botella de agua porque está atrapada en un campo de refugiados. Seamos serios, necesitamos que Europa concluya ese acuerdo con Turquía. Y que el texto preserve la coherecia y la lealtad a los valores consitucionales”.
La carta d'identità dell'Europa di oggi
This is today's Europe ID Card
La carte d'identité de l'Europe d'aujourd'hui pic.twitter.com/2WV96zqnMv— Matteo Renzi (@matteorenzi) 14. März 2016
Italia es, precisamente, uno de los países que se podría ver más perjudicado por el cierre de la ruta de los balcanes. En los últimos días, el número de emigrantes que llegan a sus costas buscando otra entrada a Europa se ha disparado. La mayor parte se embarca en Libia.