La alemana Beate Zschäpe, acusada de complicidad en diez asesinatos, nueve de ellos de inmigrantes, habría trabajado en una tienda de un antiguo
La alemana Beate Zschäpe, acusada de complicidad en diez asesinatos, nueve de ellos de inmigrantes, habría trabajado en una tienda de un antiguo informante de los servicios secretos alemanes.
El antiguo espía, Ralf Marschner, fue un reconocido neonazi en el pasado. Marschner trabajó además como informante para la Oficina Federal para la Protección de la Constitución con el alias de “Primus”, entre 1992 y 2002.
Beate Zschäpe participó, junto a Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt en el asesinato de ocho personas de nacionalidad turca, otra griega y una mujer policía alemana.
Zschäpe es la única superviviente del grupo neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) que actuó de una manera impune a pesar de que los servicios secretos sabían de su existencia.