El número de muertos en los terremotos de los últimos días supera los 40 y el de heridos, los 2000. Hay decenas de desaparecidos. Los daños materiales superarán los 10.000 millones de dólares.
PUBLICIDADPasa el tiempo y las posibilidades de encontrar supervivientes disminuyen. Los equipos de rescate japoneses, ayudados por el ejército, trabajan contrarreloj para intentar localizar a las personas que podrían haber quedado sepultadas tras los dos terremotos que han sacudido la región Kumamoto.
Las constantes réplicas (varios centenares en los últimos dos días) y los corrimientos de tierra, acentuados por las intensas lluvias, están dificultando la labor de los 15.000 efectivos desplegados en las labores de búsqueda.
Por el momento, se han contabilizado más de 40 muertos, pero hay decenas de desaparecidos. El número de heridos supera los 2.000.
“He venido aquí porque me siento más segura”, dice una mujer en el albergue para evacuados de Mashiki. “Tengo la sensación de que será más fácil escapar si fuera necesario”.
“No tengo ni idea de que va a pasar en el futuro”, añade otro hombre. “Mi casa ha sido destruida. No me queda nada. Hay miles de personas en mi situación. Prefiero no pensar en el futuro”.
La situación es dramática. Pueblos enteros han quedado destruidos. En total, las autoridades han evacuado a 240.000 personas por temor a las réplicas. Casi medio millón de hogares se han quedado sin suministro eléctrico y los transportes están suspendidos en buena parte de la isla.
En cuanto a los daños materiales, aún es pronto para evaluarlos, aunque el gobierno calcula que superarán los 10.000 millones de dólares. La única buena noticia es que las centrales nucleares, en principio, no se han visto afectadas.