Chernóbil y Fukushima: lecciones no aprendidas

Chernóbil y Fukushima: lecciones no aprendidas
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Por Natalia Liubchenkova
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Unos 8.000 kilómetros y 25 años separan las catástrofes nucleares de Fukushima y Chernóbil. Hay diferencias evidentes entre lo ocurrido en Japón y

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Unos 8.000 kilómetros y 25 años separan las catástrofes nucleares de Fukushima y Chernóbil.

Hay diferencias evidentes entre lo ocurrido en Japón y el desastre nuclear ucraniano… Pero también similitudes.

Las dos centrales abrieron en los años 70: Fukushima en 1971 y Chernóbil séis años después. Primera diferencia importante: la planta japonesa levaba operando 40 años. La ucraniana sólo 9. En el momento de la catástrofe en Fukushima había séis reactores activos, en Chernóbil sólo cuatro.

¿Causas diferentes?

A primera vista ambos accidentes nucleares tienen causas diametralmente opuestas. Una catástrofe natural —un fuerte terremoto que provocó un tsunami en Japón el 11 de marzo de 2011— y un “experimento” llevado a cabo por el personal de la planta en un reactor de Chernóbil.

Sin embargo en los dos casos se han denunciado defectos de construcción y una cadena de negligencias.

¿Qué pasó en cada caso?

  • En Fukushima se había advertido con anterioridad del peligro potencial que podía suponer un gran tsunami, pero las alertas fueron cuidadosamente ignoradas. El terremoto de marzo de 2011 provocó la destrucción del suministro eléctrico y de los generadores de emergencia. Los reactores no pudieron ser enfriados lo que provoco una triple fusion del núcleo y una explosión.

Los operadores de Chernóbil cometieron errores durante un “experimento” para simular un corte de suministro eléctrico. El experimento se convierte en un verdadero accidente segundos después de comenzar. Los operadores de la planta cometieron numerosos errores, que en un principio se consideraron la causa principal. Aunque mas tarde la Agencia Internacional de la Energía Atómica revisó sus conclusiones.

Mas allá de las negligencias del personal los problemas vienen de la concepción reactor RBMK (reactor de gran potencia de canal). Los ingenieros de este tipo de reactor, ahora obsoleto, pensaron que una cierta combinación de factores no podría ocurrir al mismo tiempo, así que no imaginaron sistemas de protección para una situación similar. Y fue precisamente la cadena de fallos que no estaba prevista lo que ocurrió en la madrugada del 26 de abril: la desconexión deliberada del equipo de protección de emergencia y la violación de ´las normas de seguridad.

Resultado: una explosión de vapor en el interior de reactor, un gigantesco incendio y la fusion dél núcleo.

Contaminación

Ambos accidentes están catalogados como “nivel 7” en la escala de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, el máximo.

La radiactividad de Chernóbil cubrió toda Europa (en diferentes grados de concentración) exceptuando Portugal. Centenares de miles personas sufrieron los efectos directos de la radiación y las consecuencias para la salud todavía están siendo estudiadas.

Los científicos intentan proteger la zona construyendo un gigantesco sarcófago para cubrir la planta.

El material radiactivo de Fukushima sigue vertiéndose al mar, aunque su posición en la costa ha evitado que la radiación afecte directamente a otros países. La radiación se ha expandido principalmente en el Pacífico, hacia los Estados Unidos.

Sus consecuencias en el Océano apenas comienzan a evaluarse en su totalidad. Recientemente se ha puesto en marcha un sistema de contención de la fuga de agua radiactiva, congelando el subsuelo y este año

Ecologistas en Acción publicó en 2014 este informe sobre los efectos del desastre de Fukushima (PDF)

Reacción de los Gobiernos

El 28 de abril de 1986 trabajadores de una planta nuclear sueca detectaros niveles anormalmente altos de radiactividad. Rápidamente concluyeron que no venía de una fuga en su planta. Fue el primer indicio de que algo no iba bien del otro lado del telón de acero.

El programa de la TV soviética “Vremya” (Tiempo) hizo un escueto anuncio de 20 segundos.

“Ha ocurrido un accidente en la planta nuclear de Chernóbil. Uno de los reactores nucleares ha resultado dañado. Los efectos del accidente están siendo remediados. Se ha proporcionado ayuda a todos los afectados. Se ha puesto en marcha una comisión de investigación”

La vida continuó como si nada en Pripyat, el pueblo construído para los trabajadores de la panta hasta que fue evacuado el 27 de abril.

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El 1 de mayo se celebró el desfile del Día del Trabajador en Kiev como todos los años. A solo 130 kilómetros de la central, que seguía ardiendo fuera de control. Los ucranianos acudieron a la prensa occidental para intentar conocer más detalles de lo que estaba ocurriendo en su patio trasero.

Veinticinco años después parece que Japón no aprendió completamente la lección de la comunicación y la transparencia. A pesar de la rápida evacuación tras el desastre el Gobierno japonés tardó dos meses y medio en reconocer que se había producido la fusión del núcleo de uno de los reactores de Fukushima.

Pictures from Chernobyl exclusive zone

¿Y sobre el terreno, hoy?

Las dos plantas están sometidas a zonas de exclusión: 30 kilómetros para Chernóbil y 20 kilómetros en Fukushima con un radio opcional de 10 kilómetros más.

El número de desplazados es similar: según fuentes oficiales 300.000 personas han sido realojadas en Japón y 350.000 en Ucrania, Bielorrusia y Rusia en 1986 y los años que siguieron.

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Los “náufragos nucleares”

Cinco años después de la catástrofe de Fukushima muchos de los evacuados siguen viviendo en alojamientos temporales. Tienen derecho a visitar sus hogares en la zona de exclusión durante un máximo de 5 horas cada vez para limitar la exposición a la contaminación radiactiva.

Loneliness, split families, health risks. Japanese towns still struggle 5yrs post-#Fukushimahttps://t.co/vBniS9yG05pic.twitter.com/kDeADsauSR

— Greenpeace (@Greenpeace) April 10, 2016

En Ucrania cerca de 1.200 personas han decidido por su cuenta y riesgo instalarse en sus antiguos hogares dentro de la zona de exclusión, a pesar de que es ilegal. En su mayor parte son personas de edad avanzada que incluso cultivan la tierra radiactiva.

En 2013 había unos 200 de estos “colonos nucleares en la zona.

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