Coronas de flores a la entrada de Paisley Park. Los seguidores de Prince acuden a su mansión para rendir homenaje al genio de Mineapolis en un día
PUBLICIDADCoronas de flores a la entrada de Paisley Park. Los seguidores de Prince acuden a su mansión para rendir homenaje al genio de Mineapolis en un día que jamás olvidarán. Algunos ya sabían que tenía problemas de salud, pero nadie se imaginaba que esto pudiera ocurrir.
“No puedo creer que sea cierto”, dice una incondicional a las puertas de los estudios. “No puedo creer que se haya ido. Ahora me cuesta hasta respirar. Ni siquiera puedo hablar”.
El pasado sábado, tras el incidente del avión, el cantante decidió dar una fiesta para acallar los rumores. Cientos de personas acudieron hasta los estudios para disfrutar de su presencia.
“Me siento afortunado de haber estado aquí el otro día”, añade otro seguidor. “Fue fantástico y pensé que lo haría cada año. Que vendría aquí cada año. Y ahora nos ha dejado. Es un duro golpe”.
En Nueva York, los luminosos de Times Square anunciaron la noticia y el tráfico pareció detenerse por unos instantes. En esta ciudad fraguó buena parte de su leyenda.
“Era mi héroe”, dice un seguidor, sin asimilar aún lo que ha ocurrido. “Crecimos con él. Y recuerdo que cuando empezó a cantar, ya se veía que era diferente al resto. Es un día muy triste”.
“Es una lástima”, concluye otra fan. “Una gran pérdida. Fue un pionero de la música. Lo vamos a echar de menos. La música lo echará de menos”.
Como Bowie, fallecido el pasado mes de enero, Prince deja el legado eterno de su música y un vacío que difícilmente podrá llenar otro artista.