El abogado de Salah Abdeslam se ha quitado los pelos de la lengua en cuanto su cliente ha sido extraditado a Francia. El sospechoso de participar en
El abogado de Salah Abdeslam se ha quitado los pelos de la lengua en cuanto su cliente ha sido extraditado a Francia.
El sospechoso de participar en los atentados del 13 de noviembre en París “tiene la inteligencia de un cenicero vacío” según Sven Mary que se ha confiado al diario frances Libération.
“Es un pequeño imbécil de Molenbeek salido de la delincuencia común, más bien influenciable, tiene la inteligencia de un cenicero vacío, su cerebro es de un vacío abisal. Es el ejemplo perfecto de la generación GTA (por Grand Theft Auto) que cree vivir en un videojuego”.
En otro momento de la entrevista cuenta que Abdeslam le contó que no ha leído el Corán, “sólo su interpretación en Internet”.
Con una larga carrera defendiendo a delincuentes y mafiosos asegura que sus anteriores clientes por lo menos tienen una historia detrás, “son gente con la que se puede hablar al contrario que estos chavales de Molenbeek”.
En otro registro, comenta los problemas que le ha traído aceptar este caso que “debería ser juzgado por un tribunal internacional, porque esta gente ha cometido actos de guerra”.
Ha recibido amenazas y en varias ocasiones ha sido agredido. En una ocasión delante de su gabinete. Además la policía ha tenido que escoltar a sus hijas al colegio.
La gente le mira como si él mismo fuese Abdeslam, confía al diario.
A partir de ahora su abogado será el francés Frank Berton, otro magistrado acostumbrado a los huesos difíciles de roer.