La grave situación de Alepo marca a la incapacidad de la comunidad internacional para ayudar a la población siria. Más de 250 personas, 50 niños, han
PUBLICIDADLa grave situación de Alepo marca a la incapacidad de la comunidad internacional para ayudar a la población siria.
Más de 250 personas, 50 niños, han muerto en los últimos 10 días en la segunda ciudad del país. El alto el fuego del 27 de febrero no llegó a aplicarse en lo que el régimen sirio considera el bastión rebelde. Este lunes, sin importar las condenas desde el exterior, el Hospital Universitario de Alepo y la zona residencial Jamiyat Hay al Zahra han sido bombardeados.
“Necesitamos reforzar nuestros esfuerzos para refrescar el cese de las hostilidades y, en particular, el régimen de Al Assad deben ajustarse a los compromisos que ha pactado, y también nos gustaría ver a los rusos usar su influencia con el régimen de Al Assad, para que los cumpla”, declaró Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca.
Reuniones infructuosas en Ginebra entre John Kerry y el enviado especial de la ONU, Steffan de Mistura que este martes viajará Moscú para recordarle al jefe de la diplomacia rusa que sin el alto el fuego no puede avanzar la negociación política cuya cuarta ronda está prevista este mes.
Mientras, en Alepo, donde las imágenes del bombardeo de la aviación siria sobre un hospital generaban la condena internacional, los 400.000 habitantes (un 20% de su población en 2011) que todavía permanecen en la ciudad, están lejos de poder disfrutar de los llamados “regímenes de calma”, las treguas locales que durante unos días han dado un respiro a los ciudadanos en el este de Ghouta (un suburbio de Damasco) y a las afueras de Latakia.