Es la impotencia de un gigante frente al fuego. Los incendios que consumen desde hace días los bosques de Alberta, en Canadá, siguen fuera de
PUBLICIDADEs la impotencia de un gigante frente al fuego. Los incendios que consumen desde hace días los bosques de Alberta, en Canadá, siguen fuera de control. Aliadas con el viento, la sequía y las altas temperaturas, las llamas amenazan con extenderse a la vecina provincia de Saskatchewan. Las autoridades están desbordadas:
“Todos tenemos que estar en alerta”, explicaba el ministro de Seguridad Pública de Canadá, Ralph Goodale. “Esto sigue siendo un incendio grande y peligroso fuera de control. Su extensión es inimaginable, inasumible. La situación sigue siendo muy peligrosa”.
En menos de una semana, el fuego ha quemado unas 300.000 hectáreas, una superficie que se podría duplicar en las próximas horas. Las llamas no solo han devorado grandes extensiones de bosque y han obligado a huir a habitantes de pueblos y ciudades, sino que han afectado severamente a la industria de la extracción del petróleo. Casi todas las compañías que operan en las arenas bituminosas, el principal pilar de la economía de la región, han ralentizado o paralizado por completo su actividad.