Otro problema para el presidente afgano Ashraf Ghani. La minoría hazara ha asediado este lunes el complejo gubernamental en Kabul para protestar
Otro problema para el presidente afgano Ashraf Ghani. La minoría hazara ha asediado este lunes el complejo gubernamental en Kabul para protestar contra el cambio de ruta de la futura línea de alta tensión que unirá al país con Tajikistán, Uzbekistán y Pakistán.
La región chií de Bamiyán se queda fuera del nuevo recorrido y sus habitantes se sienten discriminados en un país mayoritariamente suní. El gobierno se justifica agarrándose a un informe económico que defiende que la nueva ruta será más barata de construir y se completará mucho antes.
“Queremos justicia”, dice Abdul Wahid, uno de los manifstantes que ha intentado romper el cordón policial. “Queremos que respeten nuestros derechos. Ni más ni menos. Y si hace falta lucharemos por ello”.
El proyecto eléctrico Tutap supondrá un significativo impulso económico para las poblaciones que atraviese en un país devastado por las guerras. Actualmente, sólo el 30% de la población afgana cuenta con suiministro eléctrico.