Como parte de su misión de cubrir la guerra en el Yemen y sus consecuencias, nuestro enviado especial, Mohammed Shaikhibrahim, ha viajado hasta el
PUBLICIDADComo parte de su misión de cubrir la guerra en el Yemen y sus consecuencias, nuestro enviado especial, Mohammed Shaikhibrahim, ha viajado hasta el histórico barrio de la capital yemení, Fort Attan. Es una antigua fortaleza ubicada en la colina de Attan Faj, situada en el extrarradio de Saná.
Aquí saltan a la vista los estragos causados por la guerra que sacude el país desde hace más de un año y medio. Attan Fort fue uno de los primeros barrios destruidos por los ataques aéreos intensivos de la alianza árabe encabezada por Arabia Saudí, que acusa a sus habitantes de ocultar dentro de las casas munición perteneciente al Ejército yemení. Muchas de ellas se han derrumbado con sus habitantes dentro. Además, decenas de personas han resultado gravemente heridas por la metralla de los misiles, las bombas y las piedras de las edificaciones que se venían abajo, como cuenta uno de los niños heridos:
“Las bombas, las rocas y la metralla nos llovían encima. Me hirieron en la pierna, la cabeza y la mano, como la mitad de mis amigos.”
Mohammed Shaikhibrahim:
“Esta gente se instaló en esta histórica ciudadela para huir de la pobreza. LLevaban diez años aquí, intentando ofrecer a sus familias un hogar seguro, pero ahora están obligados a huir para escapar de los ataques aéreos que destruyeron muchas de las viviendas y dejaron a sus habitantes, una vez más, sin hogar.”
Cerca de 53 familias yemeníes siguen malvivendo en este barrio, el más pobre de Saná.
Muchos de los niños sufren enfermedades por la falta de higiene; carecen de ropa y de agua potable tras la destrucción de todos los tanques de agua. Tener que buscar agua y traerla al pueblo dificulta aún más la vida cotidiana en este lugar martirizado, como cuenta uno de sus habitantes:
“La gente aquí está sufriendo mucho, somos víctimas de esta guerra, atrapados entre los beligerantes. Ninguna organización de ayuda humanitaria ha llegado a nosotros; es más, los medios de comunicación no vienen para contar lo que está pasando y la destrucción que estamos viviendo. Si lo hicieran al menos el mundo vería lo que la guerra nos trae. Este fue el primer pueblo destruido en el Yemen desde que comenzó la guerra.”
“Hubo explosiones muy potentes en los cuarteles cercanos cuenta otro de los lugareños por los ataques aéreos. Las bombas y los misiles llovían sobre nuestras cabezas. Destrozaron nuestras casas, mire a su alrededor; verá toda la destrucción. No tenemos nada y nadie se preocupa por nosotros.”
Los habitantes de este barrio, como millones de yemeníes, son víctimas de esta guerra silenciada y olvidada que ha sumido sus vidas en la pobreza y en el hambre. El colapso total de la economía y las infraestructuras, y el bloqueo aéreo, terrestre y marítimo han convertido sus vidas en un infierno.