Los turistas que tenían un vuelo previsto para Egipto desde París este jueves no han cancelado sus planes de viaje.
PUBLICIDADLos turistas que tenían un vuelo previsto para Egipto desde París este jueves no han cancelado sus planes de viaje. En el aeropuerto Charles de Gaulle, se colocaron unas cortinas en la zona de salidas, que solo podían atravesar los pasajeros. Los medios de comunicación intentaban entrevistarles.
“Tenemos que volver a nuestro país sean cuales sean las condiciones. Si no viajamos hoy, lo haremos la semana que viene, o el mes que viene, pero al final volveremos”, decía un hombre.
“Estamos preocupados. Como sabe el 80% de los hoteles en Sharm el-Sheij están cerrados, así que la vida está reducida a casi nada ahí. Sin embargo, a pesar de lo ocurrido esta mañana estamos decididos a ir”, aseguraba un turista francés.
El suceso de este jueves supone el último varapalo al turismo en Egipto. El sector es una de las principales fuentes de divisas para la economía del país y las cifras han caído dramáticamente en los últimos años. Antes de la primavera árabe, el número de turistas superaba los 14 millones. El año pasado fue de poco más de nueve millones.
Los últimos meses han sido especialmente duros con tres graves incidentes aéreos. En octubre, un avión ruso se estrelló en el Sinaí por un atentado, en marzo un hombre secuestró un vuelo de la compañía EgyptAir y, ahora, el de este jueves.
Esto, unido a los temores de los turistas a los atentados terroristas y los secuestros, ha alejado también a los viajeros de otros países como Turquía o Túnez.
Según las agencias, los principales destinos turísticos serán este verano España, Grecia y Croacia.