Este viernes será enterrado en el cementerio de Louisville tras rendirle un último homenaje en un funeral público.
PUBLICIDADUna ceremonia religiosa por el rito islámico ha inaugurado este jueves los actos del funeral de Muhammad Ali. “Coraje y dignidad” fueron las palabras con las que describieron al legendario boxeador fallecido hace una semana, y que se convirtió al islam a los 22 años.
Unos 30.000 simpatizantes se han congregado en Louisville (Kentucky), su ciudad natal, para despedir al ex campeón del mundo de peso pesado, en una ceremonia que el propio Mohammad Ali organizó al detalle durante los últimos diez años de su enfermedad.
Muy crítico con la discriminación racial que existía en EEUU en los años sesenta, Ali sufrió sanciones deportivas como recordó su antiguo promotor, Don King.
“Hizo lo que tenía que hacer independientemente y a pesar de los posibles desafíos y sus consecuencias. Quiero a este hombre más que a cualquier otra cosa”, aseguró emocionado Don King, promotor del boxeador.
“Utilizaba el deporte para iluminar en la oscuridad de la que venía, donde imperaba el racismo, la segregación, ley inaudible, para proyectar la paz futura, porque eligió la dignidad por encima de los dólares. Entregó su salud y se arriesgó a ir a la cárcel”, declaró el activista de DDHH y amigo de Ali, Jesse Jackson.
Un icono para una generación que no solo admiraban su forma de boxear, sino también el riesgo de sus planteamiento políticos.
Este viernes se celebrará un funeral público en el Centro KFC Yum!, al que está previsto que asistan el ex presidente Bill Clinton y el actor Will Smith que recreó la vida de Ali en la gran pantalla. El féretro recorrerá las calles de Louisville antes de ser enterrado en el cementerio de Cave Hill.