Francia responde con contundencia a la violencia de los hinchas al margen del partido Inglaterra-Rusia del sábado.
PUBLICIDADFrancia responde con contundencia a la violencia de los hinchas al margen del partido Inglaterra-Rusia del sábado. La “Batalla de Marsella” dejó 35 heridos.
Un tribunal de esta ciudad del sur del país ha condenado a varios aficionados a entre un mes y un año de prisión firme, seis ultras británicos recibieron penas menores de tres meses por haber lanzado botellines de cervezas sin causar heridos.
El padre de Alex Booth, condenado a dos meses de prisión firme, tacha la sentencia de patética. “¿Es esto la justicia francesa? no tiene sentido. Hay más justicia en una república bananera”, se queja.
La pena más dura, un año de prisión, ha sido para un francés de 29 años condenado por haber golpeado a tres personas.
Un veredicto ejemplar, comenta Marion Dutard, abogado de Alex Booth y Ian Hepworth. “Con ello, las autoridades quieren enviar un mensaje. Nos encontramos en el inicio de la Eurocopa, quieren mostrarse ejemplares para limitar este tipo de comportamientos, disuadir a los hinchas potencialmente violentos para que no se reproduzcan tales incidentes en los próximos partidos.”
Condenas contundentes que, sin embargo, se han granjeado las críticas tanto a nivel nacional como internacional ya que por los juzgados no han pasado ninguno de los ultras rusos.
La Fiscalía francesa admitió que no pudo echarles el guante porque estaban “muy bien organizados” y sorprendieron a la policía pese a que los “gladiadores” del Spartak habían anunciado en la red su presencia para demostrar a los ingleses quién mandaba.