En nuestra cobertura sobre el referéndum a un posible “brexit”, les ofrecemos una perspectiva internacional.
PUBLICIDADEn nuestra cobertura sobre el referéndum a un posible “brexit”, les ofrecemos una perspectiva internacional. Para saber cuál es la posición de Estados Unidos, conversamos con Heather Conley, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.
Joanna Gill, euronews: La Casa Blanca se opone a un “brexit”. Al Reino Unido a menudo se le considera como un portavoz de Washington en Bruselas. Pero el debate no está cerrado. ¿Quiere EE.UU que los británicos permanezcan en la Unión Europea?
Heather Conley, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington:
“Está claro que a Estados Unidos le interesa que el Reino Unido permanezca en la Unión Europea, pero nosotros querríamos un Reino Unido muy activo dentro de la Unión Europea, y desgraciadamente, el referéndum ha sido un motivo de distracción para un aliado tan importante y la decisión de salir de la UE provoca también ciertas inquietudes económicas respecto al impacto económico mundial.”
Joanna Gill, euronews: Entonces, si el 23 de junio, los británicos votan por la salida de la Unión Europea, ¿cómo reaccionaría EE.UU?
Heather Conley, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington:
“Lo primero, creo antes que nada que los Bancos centrales, los dirigentes y ministros de finanzas tendrán que asegurarse de que no haya un impacto desastroso para la economía mundial. Después, me imagino que habrá muchas llamadas telefónicas entre el presidente Obama y los dirigentes europeos, porque, de alguna manera, ¿Qué es lo que va a cambiar si el 24 de junio Reino Unido ha tomado la decisión de abandonar la Unión Europea? Pues todo y nada… Habrá que ver cuáles son las consecuencias, porque en realidad no hay un plan B. Ni los dirigentes europeos, ni los británicos lo habrán previsto del todo. Así que no sabemos qué implicará exactamente. Puede haber una gran incertidumbre, podremos incluso ver un gobierno de transición en el Reino Unido. Esto podría traer más inestabilidad en Europa, donde otros dirigentes y otros líderes de la oposición traten de reclamar referendos similares, y además están las elecciones en España tres días después de la votación. Así que no está nada claro lo que va a suceder.”
Joanna Gill, euronews: ¿Y cómo podría afectar a esa relación tan especial que mantienen el Reino Unido y EE.UU.?
Heather Conley, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington:
“Creo, que de alguna manera, hemos empezado a ver una transición de liderazgo. Me parece que en la Casa Blanca muchos ven en Berlín a un socio equivalente en la gestión de los desafíos a los que la relación trasatlántica está confrontada. ¿Y qué pasa con Rusia? ¿Qué sucede con la crisis económica? ¿Y la crisis de los refugiados ? De alguna manera, hemos visto que se producía un cambio en la relación entre EE.UU. y Reino Unido. Pero, seamos claros, esa relación tan particular es muy potente a nivel económico, y respecto al intercambio de información secreta y a nivel militar, sin embargo ha perdido mucha intensidad en los últimos años.”
Joanna Gill, euronews: Diría usted que hay una diferencia entre cómo ve la Casa Blanca el resultado de este referéndum y lo que piensa la opinión pública estadounidense?
Heather Conley, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington:
“Creo que hay una gran diferencia, poco a poco, a medida que nos vamos acercando al 23 de junio, la gente en EE.UU se da cuenta de que el Reino Unido va a tomar una decisión histórica. Creo que el pueblo estadounidense se despierta y se da cuenta de que Europa está cambiando profundamente, lo hemos visto estos últimos años con la crisis económica griega, y evidentemente con las trágicas imágenes de la crisis de los refugiados. Pienso que se están dando cuenta de que Europa lucha, pero no estoy totalmente segura de que los estadounidenses entiendan el impacto y el valor de la relación trasatlántica, ya sea mediante la OTAN, para las relaciones económicas o de seguridad, ya sea para el comercio o respecto a los socios de inversión. No queremos dar por hecha la relación trasatlántica. No queremos tener que afrontar algo tan traumático el 24 de junio y darnos cuenta de que se ha puesto en peligro todo lo construído con Europa.”