Hace año que Irán, Estados Unidos y otras cinco potencias mundiales firmaron un acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní.
PUBLICIDADHace año que Irán, Estados Unidos y otras cinco potencias mundiales firmaron un acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní. Un acuerdo que hizo el mundo más seguro, como asegura el secretario de Estado, John Kerry: “Fundamentalmente creo que el mundo puede estar orgulloso de que esta complicada negociación multilateral haya tenido como efecto una región menos volátil lo que hace que el mundo sea más seguro en términos de proliferación nuclear.”
El acuerdo se alcanzó en Viena tras varios de años de negociaciones. A cambio de modificar su programa nuclear, las Naciones Unidas levantaron todas las sanciones en materia nuclear contra Irán. Al firmar el acuerdo el Presidente Hassan Rouhani tenía en mente la recuperación económica de Irán.
Sin embargo, los inversores extranjeros siguen siendo reacios. El sector más renuente es el bancario. Si bien el acuerdo levantó las sanciones de la Unión Europea y de la ONU sobre el sector bancario y energético de Irán, las sanciones unilaterales de Estados Unidos sobre la economía iraní todavía siguen en pie.
De hecho esas multas persiguen a las empresas estadounidenses que comercian con Irán. Tanto los bancos iraníes como los extranjeros que realizan transacciones relacionadas con Irán tienen prohibido saldarlas en dólares
Mientras Teherán trató de cerrar contratos de mil millones de dólares con Boeing y Airbus, no está claro aún cómo se financiarán. Todo ello pese a que Irán encargó 118 aviones Airbus, que no han sido entregados debido a que Irán no ha obtenido créditos.
Durante los últimos diez años, BNP Paribas, HSBC y Deutsche Bank han pagado miles de millones de dólares en multas por su actividad relacionada con Irán. Los bancos extranjeros temen las sanciones de Estados Unidos que están plenamente en vigor.
Estados Unidos está dividido a la hora del comercio con Irán. Hace un año, los demócratas respaldaron en el Congreso el acuerdo nuclear mientras que los representantes republicanos se opusieron. Los republicanos han apoyado legislación que la administración Obama ve como un simple boicot del acuerdo internacional.
El presidente iraní ha sido terminante: “En cualquier momento y en toda circunstancia, en caso de que (las potencias mundiales que firmaron acuerdo nuclear con Irán) se nieguen a mantener a sus compromisos, estamos completamente dispuestos y con la capacidad nuclear para hacerlo a retroceder (nuestro programa nuclear) a una etapa deseable en un corto período de tiempo.”
Sin inversión extranjera ni el apoyo de los bancos internacionales, el pueblo iraní comenzará a ver el acuerdo como papel mojado. Algo que podría reforzar la línea dura fundamentalista que tiene estrechos vínculos con el ex presidente Mahmud Ahmadinedschad a un año antes de las elecciones presidenciales de 2017.