La provincia de Hebei, vecina a Pekín es la más afectada por los fuertes vientos y lluvias ininterrumpidas.
La provincia de Hebei, vecina a Pekín es la más afectada por los fuertes vientos y lluvias ininterrumpidas. Toda la zona está en el máximo nivel de emergencia que marcan los servicios de protección civil.
Las lluvias han desbordado varios ríos y causaron daños en once embalses, dos estaciones hidroeléctricas y 112 centrales de telecomunicaciones de la zona, además de inundar cuatro mil hectáreas de campos de cultivo.
En la provincia de Jiangkou varias carreteras han quedado gravemente afectadas. Las autoridades tieen que realojar a cerca de cien mil personas ante la alerta de más inundaciones y deslizamientos de tierra.
Un total de 237 vuelos en el aeropuerto internacional de la ciudad, 60 trenes y 14 rutas de autobús público tuvieron que ser canceladas a causa del temporal, que inundó numerosas calles, especialmente zonas con insuficiente servicio de alcantarillado.
En la vecina Tianjin, principal puerto de China septentrional, se cancelaron 189 vuelos, y tanto en esta ciudad como en la capital pequinesa se suspendieron los partidos de liga de sus equipos, previstos para la noche de ayer miércoles.
Las inundaciones en calles de Pekín han llevado a aplicaciones de mapas vía móvil como Autonavi o Baidu Maps a ofrecer a los usuarios de éstas información sobre las calles más anegadas.
El gobierno local de Pekín declaró el miércoles la alerta naranja, segunda en gravedad y recomendó a los ciudadanos que redujeran sus viajes y optaran por los transportes públicos durante el temporal.
El presidente chino, Xi Jinping, pidió durante un viaje oficial a la región autónoma de Ningxia, en el noroeste del país, que no se escatimen esfuerzos para hacer frente a los temporales e inundaciones que como en otros años afectan a China desde mayo, y que esta temporada han causado ya al menos 300 muertos.