Supervivientes del campo nazi de concentración de Auschwitz y Birkenau aplaudieron la visita del papa Francisco a la “antigua fábrica de la muerte” que levantó el régimen hitleriano en suelo…
Supervivientes del campo nazi de concentración de Auschwitz y Birkenau aplaudieron la visita del papa Francisco a la “antigua fábrica de la muerte” que levantó el régimen hitleriano en suelo polaco.
Antes que él, visitaron el campo, Juan Pablo II y Benedicto XVI, pero a diferencia de ellos, Francisco ha tenido un acercamiento más próximo.
Durante su recorrido silencioso por el campo de exterminio nazi donde murieron un millón cien mil personas, el Papa se detuvo en el museo de la Memorial del Holocausto de Jerusalén para conocer las historias de quienes ayudaron a los judíos.
Después, Jorge Bergoglio acudió al hospital pediátrico de Prokocim, en Cracovia, en el que cada año son hospitalizados 30.000 niños.
En el vestíbulo le recibieron unos cincuenta pacientes que se encuentran ingresados. A ellos les dedicó una caricia o una palmadita afectuosa Aunque a el Papa “le hubiera gustado a abrazar a todos, uno por uno”.
Al igual que sus predecesores dirigió unas palabras a los jóvenes participantes de la (JMJ) Jornada Mundial de la Juventud desde el balcón del arzobispado donde se aloja en Cracovia:
“La crueldad no se ha terminado en Auschwitz y Birkeneau. También existe hoy. También hoy se tortura a la gente…”
Ante el millón de jóvenes de 187 países, el Papa Francisco quiso enviar un mensaje: Si un cristiano no vive para servir, no sirve para vivir», ha dicho.
Francisco llegó a Polonia el pasado miércoles para participar en la JMJ, este sábado vivirá la vigilia y el domingo, la misa de clausura.