Este miércoles la antorcha olímpica llegó a Río.
PUBLICIDADEste miércoles la antorcha olímpica llegó a Río. Aunque, la chispa, de momento, no ha encandilado a mucha gente.
Los juegos se desarrollarán en un país hundido en una profunda recesión, que además ha sufrido enormes escándalos de corrupción por los que protestaron miles de personas en los últimos meses.
El escándalo sacude a diversos políticos, tanto del partido en el gobierno, como de la oposición; e incluso llevó a la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff, remplazada en mayo por el vicepresidente Michel Temer.
Rousseff está acusada de maquillar las cuentas del gobierno y encubrir el verdadero estado de la economía de Brasil, para asegurarse su relección en 2014. Mientras dure el juicio político contra la mandataria, el presidente interino Michel Temer está en un limbo legal que le impide hacer frente a la grave recesión de Brasil.
Además, el país se ha visto sacudido por el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras en el que están involucradas dos de las mayores empresas constructoras del país, Odebrecht y Andrade Gutiérrez, ligadas a las obras de infraestructura de los Juegos Olímpicos.
Una trama corrupta que ha salpicado incluso al expresidente brasileño Lula da Silva.
En este contexto, ¿lograrán los Juegos Olímpicos dar el tan esperado impulso a Brasil?
El país está sumido no sólo en una crisis política, sino también económica y social. La violencia ha aumentado en la primera mitad de este año, y eso que con los Juegos se pretendía mostrar la mejor cara de Río, como destino turístico.
Ignacio Cano es sociólogo de la Universidad de Río de Janeiro:
“2013 y 2014 fueron años muy negativos, en los que aumentaron las tasas de criminalidad. 2015 fue un “año moderado”, con un poco de contención. Pero 2016 está siendo un año muy conflictivo con un incremento del número de homicidios, robos y otros delitos.”
Además de los problemas de inseguridad, el presidente interino Michel Temer ha heredado una economía que atraviesa su recesión más larga desde la década de 1930. El FMI prevé que el crecimiento sea ligeramente negativo, incluso en el año 2017.
Las esperanzas de que los Juegos puedan reforzar la economía podrían resultar ilusorias, igual que en 2014. Aunque hubo un aumento del consumo durante el Mundial de fútbol, sin embargo, no fue suficiente para evitar que la economía se contrajera en términos anuales en aquel trimestre.
Una de las condiciones previas para que la mayor economía de América Latina pueda recuperarse y salir del actual limbo político es iniciar reformas. La estabilidad política es crucial. Y si no se logra, todas las expectativas serán frágiles como castillos de arena.