La “chica de oro” ha vuelto a casa.
La “chica de oro” ha vuelto a casa. Recibida como una auténtica heroína nacional, la yudoca Majlinda Kelmendi fue aclamada por miles de compatriotas en Prístina, a su regreso de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Una cita en la que se impuso en la categoría de menos de cincuenta y dos kilos y dio a Kósovo la primera medalla de oro de la historia en unos Juegos Olímpicos.
“Estoy muy feliz y no sólo por mí. Todo el trabajo realizado y el sacrificio hecho han sido en nombre de mi país, Kósovo. Todo lo he hecho por mis compatriotas y, especialmente, para inspirar y motivar a todos los jóvenes kosovares”, declaraba Majlinda Kelmendi.
A sus 25 años, la yudoca ha visto cumplido un doble sueño. Abanderada de su nación en el desfile inaugural, ha vuelto a casa con su primer título olímpico.