Campanas sonando en recuerdo a las víctimas del terrorismo en una ceremonia celebrada bajo el estado de emergencia tras los recientes atentados en Francia.
Campanas sonando en recuerdo a las víctimas del terrorismo en una ceremonia celebrada bajo el estado de emergencia tras los recientes atentados en Francia.
Miles de católicos de todo el mundo han acudido al santuario de Lourdes, en el sur del país, para celebrar la Asunción de la Virgen María. Una peregrinación marcada por un fuerte dispositivo de seguridad. También se han colocado barreras y bloques de hormigón en algunas calles.
“Realmente no pienso en la seguridad, está bien que haya, pero no me siento menos segura que antes”, dice una mujer.
La celebración está marcada por la matanza en Niza y el asesinato de un sacerdote en plena misa en una iglesia de Normandía.
“Aquellos a los que es más difícil amar, en este caso los asesinos, son los que más necesitan nuestro amor. Debemos buscar la paz, la tranquilidad”, apunta un joven.
El cardenal y arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, una de las personalidades más influyentes de la Iglesia francesa, ha presidido la ceremonia:
“Quiero dirigirme también a los musulmanes que aman a la Virgen María. En muchas ocasiones he visto familias musulmanas en la basílica de Fourvière llevando a recién nacidos a la Virgen para que reciban su bondad y su amor maternal”.
El santuario de Lourdes, que cuenta con 22 lugares de culto, recibe cada año un promedio de seis millones de visitantes, entre ellos 60.000 enfermos.