Ryan Lochte entona el “mea culpa” tras el bochornoso incidente que ha sacado los colores al equipo olímpico estadounidense en Río de Janeiro.
Ryan Lochte entona el “mea culpa” tras el bochornoso incidente que ha sacado los colores al equipo olímpico estadounidense en Río de Janeiro. El famoso nadador ha admitido que se inventó que sufrió un atraco a mano armada junto a otros tres nadadores para ocultar los excesos de una noche de juerga regada en alcohol en la que, entre otras cosas, destrozaron la puerta del baño de una gasolinera y se enfrentaron a los guardias de seguridad.
- “Asumo toda la responsabilidad, porque exageré la historia y si no lo hubiera hecho no estaríamos metidos en este lío… Nada de esto habría sucedido. Todo se debió a mi comportamiento inmaduro”.
Y lo que pasó en Río es que mientras él regresó inmediatamente a Estados Unidos, dos de sus compañeros, Gunnar Bentz y Jack Conger, fueron sacados del avión e interrogados durante horas por la policía brasileña. El día siguiente abandonaron el país entre abucheos y gritos de “mentirosos”. El tercer nadador, James Feigen, aceptó pagar una multa de unos 10.000 euros a una institución caritativa.