Bajo el lema “Misión abolición” y “la tortura no es cultura”, exigen el fin de los festejos taurinos.
El pasado mayo, la Junta de Castilla y León prohibió el Toro de la Vega, uno de los más polémicos en el que se lanceaba un toro en el campo hasta matarlo.
Esa decisión ha dado fuerza a los defensores de los animales, que quieren que ese sea el primero de los festejos taurinos prohibidos en el futuro.