Una vez extinguido el fuego declarado el lunes por la noche en uno de los campos de refugiados de Moria, la tensión persiste en la isla griega de Lesbos.
PUBLICIDADUna vez extinguido el fuego declarado el lunes por la noche en uno de los campos de refugiados de Moria, la tensión persiste en la isla griega de Lesbos. Según parece no hubo heridos, pero el campo tuvo que ser evacuado.
Sus condiciones de vida son extremadamente precarias.
“Muchos tenemos problemas, ahora a vivir al raso pero no sin casas, sin agua, sin nada, muchos problemas”, explicaba uno de los inmigrantes.
Entre 3.000 y 4.000 personas huyeron.
El hacinamiento es enorme con más de 5.300 inmigrantes sólo en la isla de Lesbos, y unas instalaciones preparadas para un máximo de 3.500 personas. El Gobierno griego prevé alquilar dos barcos para que vivan algunas familias hasta que el campo vuelva a funcionar con normalidad.
En el conjunto de las islas del Egeo, las más próximas a Turquía hay un total de 11.000 inmigrantes, según las últimas cifras oficiales.
La policía no descarta que el fuego fuera provocado e investiga los hechos. El mismo lunes por la mañana unos 300 inmigrantes se manifestaron al correr el rumor de supuestas deportaciones inminentes y masivas, hasta que intervino la policía.
Nueve personas siguen detenidas, según la prensa local.