François Fillon; un nombre que conviene retener.
PUBLICIDADFrançois Fillon; un nombre que conviene retener. El candidato de la derecha a la Presidencia francesa ha pasado de segundón de Sarkozy, discreto y gris, a probable inquilino del Elíseo en 2017. La mayoría de los conservadores le consideran el mejor contrapunto a la extrema derecha en pleno auge en el país. François Fillon, candidato conservador a las presidenciales francesas: “Pongo al servicio de esta victoria la franqueza de mis convicciones y una concepción exigente del poder.”
Con un programa que combina un enfoque liberal en lo económico y conservador en lo moral, Fillon pretende aplicar un programa que califica de radical. En sus propias palabras “dar un vuelco a una situación nacional cercana a la quiebra”. Para él, la prioridad es cambiar las cosas. Y hacerlo cuanto antes. En el capítulo recortes, Fillon promete 100.000 millones de euros de reducción del gasto público, y medio millón de funcionarios menos. Además aboga por finiquitar la hasta ahora intocable jornada de 35 horas semanales y remitirse al máximo de 48 que fija la ley, además de prolongar la edad de jubilación de los 62 a los 65 años. Facilitar los despidos colectivos y reducir las prestaciones de desempleo son otras de las medidas con las que pretende romper una inercia de 20 años.
En Sanidad, quiere liberalizar el sistema sanitario francés, limitando al 2% el incremento anual del gasto. En el terreno de las instituciones europeas, da prioridad a la creación de una suerte de Secretaría General de la zona euro completamente autónoma de la Comisión. Para Fillon, los Parlamentos nacionales deben asociarse sistemáticamente al control de las políticas monetarias. Sin embargo, desde que se desmarcó en las primarias desde el Frente Nacional le describen como “ultraliberal globalizador entregado a Bruselas y Berlín”
En política exterior, apuesta por un acercamiento a Rusia y por el levantamiento de las sanciones contra Moscú, con quien quiere asociarse en la lucha contra los Yihadistas de Dáesh. François Fillon: “He visto que algunos han caricaturizado mis palabras pintándome como el amigo íntimo del presidente ruso. Es absurdo. Cuando la Francia de la resistencia se alineó con Stalin contra el nazismo, ¿sospechó alguien que el general de Gaulle se había vuelto comunista?”
Si los sondeos no se vuelven a equivocar, tanto el Frente Nacional de Marine Le Pen como la izquierda, extremadamente desunida, tienen muy pocas probabilidades de ganar las presidenciales frente a Fillon, el “tercer hombre” de las primarias que sorprendiendo a propios y extraños ha salido de la sombra dispuesto a aplicar una terapia de choque a su país.