Después de muchos años y disputas con la actual propietaria, la Cámara Baja del Parlamento austríaco ha aprobado la expropiación de la vivienda.
PUBLICIDADDespués de muchos años y disputas con la actual propietaria, la Cámara Baja del Parlamento austríaco ha aprobado la expropiación de la vivienda. Tan solo falta el visto bueno de la Cámara Alta, que se espera que llegue muy pronto.
Las autoridades quieren evitar que el edificio, en la localidad de Braunau am Inn, se convierta en un lugar de peregrinaje para los neonazis.
El texto aprobado no especifica qué ocurrirá con la vivienda, ni qué tipo de remodelación se llevará a cabo. El ministro del Interior, Wolfgang Sobotka, afirmó que el inmueble de tres plantas podría tener una “finalidad social”, posiblemente para ayudar a los discapacitados, como antítesis a las políticas del Tercer Reich.
Gerlinde Pommer, la propietaria, ha alquilado el edificio al consistorio durante varias décadas. Sin embargo, el precio, casi 5.000 euros al mes, supone demasiado para las arcas municipales.
El lugar permanece vacío desde 2011, ante la negativa de Pommer de realizar reformas ni de venderlo, a pesar de las ofertas presentadas por el Ministerio del Interior.
El ayuntamiento había pedido en numerosas ocasiones al Estado que expropiase el inmueble por temor a que organizaciones neonazis pudieran alquilarla de forma encubierta y convertir la localidad en un centro de peregrinación para ultraderechistas.