El heredero del imperio surcoreano Samsung, Lee Jae-yong, vuelve a declarar ante un equipo especial de fiscales como sospechoso de un caso de corrupción que llega hasta las altas esferas del…
El heredero del imperio surcoreano Samsung, Lee Jae-yong, vuelve a declarar ante un equipo especial de fiscales como sospechoso de un caso de corrupción que llega hasta las altas esferas del Estado. Antes de la audición, Lee manifestó a la prensa con gesto serio que “diría estrictamente la verdad durante el interrogatorio”. En enero pasado, la fiscalía ya pidió su encarcelamiento que fue denegado por un tribunal.
“La cuestión sobre si pediremos la detención de todos los responsables que se han identificado como sospechosos en relación a Samsung, se decidirá después de haber reexaminado todo el caso desde su base”, manifestó el portavoz del equipo especial de fiscales, Lee Kuy-Chul.
Lee habría participado en un delito de soborno al pagar a la llamada ‘Rasputina’ del Gobierno a cambio de que este autorizara la fusión de dos filiales de Samsung. La ‘Rasputina’ es Choi Soon-sil, mano derecha de la presidenta Park Geun-hye y que está en prisión desde octubre como presunto cerebro de una trama que habría recibido 35 millones de euros. También desde octubre, Lee es vicepresidente de Samsung porque su padre Lee Kun-hee se encuentra en coma. Por su parte, Park fue destituida por el Parlamento y ahora la decisión final sobre su continuidad al frente del Gobierno depende del Tribunal Constitucional del país.