Imposible quitar el susto del cuerpo a buena parte de las casi 200.
Imposible quitar el susto del cuerpo a buena parte de las casi 200.000 personas que fueron evacuadas el pasado fin de semana tras los daños causados por las fuertes lluvias en la presa Oroville en California. Aunque las autoridades han levantado la orden de evacuación, quienes se disponen a regresar a sus casas no las tienen todas consigo:
- “Estoy preocupada, quiero decir, que me agrada volver a casa, pero me preocupa que estén diciendo toda la verdad. Creo que no estén siendo tan veraces como debieran y que han levando la alerta sólo para que la gente no se asuste y se enfade”, decía una evacuada.
- “Mi plan es quedarme aquí. Hoy hay una tormenta. No quiero arriesgarme en la carretera para volver, ni quedar atrapado si hay inundaciones. Estoy a salvo donde estoy”, añadía otro.
Mientras tanto, prosiguen los trabajos para reparar los agujeros y las brechas abiertas por el agua en los aliviaderos de la presa, que con 237 metros, es la más alta de Estados Unidos. El descenso en el nivel del pantano invita al optimismo.