El grupo Estado Islámico reivindica el atentado
PUBLICIDADMasacre en un santuario sufí de Pakistán. Se trata del sexto ataque esta semana y el peor en más de dos años.
El atentado, llevado a cabo por un terrorista suicida y reivindicado por el grupo Estado Islámico, ha dejado al menos 75 muertos y 150 heridos, muchos de ellos están graves. Entre los fallecidos hay al menos 20 mujeres y nueve niños.
El templo Lal Shahbaz Qalandar, en la provincia meridional de Sindh, estaba lleno. Como cada jueves, los sufíes celebraban una ceremonia a la que acuden fieles de diferentes sectas del islam.
“En cuanto entré en el santuario, oí un ruido espantoso. Lo primero que pensé fue que no podía tratarse de la explosión de una bomba, pero el siguiente pensamiento que vino a mi mente fue que estábamos muertos. Fue como el día del juicio final”, explica Mohammad Ashfaq, uno de los heridos.
Las autoridades de la provincia de Sindh han declarado tres días de luto. Mientras, el jefe del Ejército paquistaní ha prometido venganza y ha hecho un llamamiento a la calma.
Tras el atentado, las autoridades pakistaníes anunciaron el cierre de su frontera con Afganistán, país al que acusa de ser refugio de terroristas.