Después de meses de estancamiento, Grecia vuelve a las negociaciones con sus acreedores.
PUBLICIDADDespués de meses de estancamiento, Grecia vuelve a las negociaciones con sus acreedores. La eurozona y el FMI tratan de encontrar un acuerdo para evitar contratiempos que puedan surgir de las elecciones en Holanda, Francia y Alemania.
La semana pasada, Pierre Moscovici, Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, se encontró en Atenas con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que se encuentra en el punto de mira de las críticas en su contra y del malestar de gran parte de la ciudadanía.
Moscovici intentaba ser políticamente correcto, pero exige más reformas a Atenas:
“Para el pueblo griego, que tan bien conozco y y al que tengo tanta simpatía, tiene que haber una luz al final de túnel de la austeridad. No recomendamos la austeridad. Ninguna institución debe abogar por la austeridad. Sin embargo, tiene que haber un conjunto equilibrado de reformas.”
Atenas tiene un márgen de maniobra hasta el mes de julio, fecha en la que tendrá que pagar más de 7 mil millones de euros de deuda.
El tercer rescate prevé 86 mil millones de euros hasta 2018.
En concreto, según fuentes del Gobierno heleno, Grecia ha aceptado legislar reformas adicionales a partir de 2019 con las que se supone que el país podría obtener un superávit primario del 3,5 % del PIB a partir de esta fecha.
El FMI que jugó un papel central en los dos primeros rescates, exige reformas fiscales y más recortes.
Pero el país ya está asfixiado. En Grecia, un tercio de la población vive al borde de la pobreza. Y éste es el índice más elevado de la zona euro.
“Esta es una de las características de la crisis griega que ha afectado no sólo a los más pobres dentro de la población, sino también a la clase media e incluso a la clase media alta”, asegura Andreas Pottakis, Ombudsman de Grecia.
Ante el callejón sin salida, cada vez más voces, dentro y fuera de Grecia, se alzan por una salida de la eurozona.
“El “Grexitvuelve a ser tema de debate:
Según Robert Halver, analista de la Banca Baader, “El país no va a ninguna parte en la eurozona y todo el mundo lo sabe. Grecia debería poder obtener un alivio de la deuda. Sin embargo, una quita en un año electoral en Alemania no funcionará nunca a nivel político y si los griegos abandonan la eurozona, en una Europa de por sí ya debilitada, el “Grexit” sería la primera ficha del dominó en caer.”
A las reuniones del Eurogrupo y del Ecofin seguirá el miércoles una reunión crucial entre Angela Merkel y Christine Lagarde. El tiempo apremia. Además del calendario electoral, debe tenerse en cuenta el nerviosismo creciente de los mercados financieros.