Marine Le Pen ha conseguido dejar su impronta en el Líbano.
PUBLICIDADMarine Le Pen ha conseguido dejar su impronta en el Líbano. La candidata de extrema derecha a la presidencia de Francia, se ha negado a portar el velo para reunirse con el con el muftí de Beirut, la máxima autoridad suní del Líbano. Con su negativa ante las cámaras, a pesar de que ella sabía de antemano que tenía que el velo era obligatorio, Le Pen ha conseguido el eco que pretendía con su visita a este país.
“Transmitan al gran muftí mi estima, pero no me podré un velo”, dijo antes de dar media vuelta y subirse a su coche.
A dos meses de las elecciones presidenciales en Francia, Le Pen, que lidera las encuestas de cara a la primera vuelta, intenta ganar en credibilidad internacional. Este lunes se reunió con el presidente libanés Michel Aoun, el primer jefe de Estado que ha aceptado recibirla.
En Beirut, la líder ultranacionalista ha defendido que el presidente sirio, Bachar el Asad, es un “mal menor” para Siria y que su continuidad en el cargo sería “una solución tranquilizadora para Francia”.