Noveno ejercicio en negativo para el Royal Bank of Scotland.
PUBLICIDADNoveno ejercicio en negativo para el Royal Bank of Scotland. La dirección ha confirmado este viernes que la entidad financiera registró en 2016 unas pérdidas que superan los 8.000 millones de euros, frente los cerca de 2.000 que perdió en 2015, lo que derivará en nuevas reducciones de costes y una reestructuración más agresiva.
“Las operaciones centrales están funcionando bastante bien”, explica el analista Jeremy Batstone-Carr. “Pero no es suficiente. Es una lástima porque sospecho que esto va a tener consecuencias para el personal de la compañía. Muchos van a perder sus empleos como resultado de la reducción de costes anunciada hoy. Todavía están pagando el precio por los problemas que el banco se encontró a raíz de los excesos cometidos hace 10 años.
Pese a todo, la dirección se muestra optimista y asegura que volverá a ser rentable en 2018. Para ello, pretende ahorrar en el próximo ejercicio casi mil millones de euros. El Royal Bank of Scotland tuvo que ser rescatado en los peores años de la crisis financiera. El Estado británico posee a día de hoy el 73% de la entidad escocesa.