Una auténtica batalla campal se ha producido en uno de los puntos de bloqueo del carbón procedente del este de Ucrania.
Una auténtica batalla campal se ha producido en uno de los puntos de bloqueo del carbón procedente del este de Ucrania. Una treintena de agresores fueron detenidos.
Desde hace casi un mes, ultranacionalistas y veteranos de guerra ucranianos bloquean el paso del carbón procedente de las regiones separatistas del este del país. Han instalado campamentos en vías férreas y carreteras para impedir el paso del mineral, que consideran manchado de sangre.
Sin embargo, este bloqueo se está convirtiendo en un grave problema económico tanto para las regiones rebeldes prorrusas, como para Kiev, que necesita ese carbón para hacer funcionar sus centrales eléctricas.
Por si no fuera suficiente, el conflicto ha pasado este miércoles a otro nivel. Los líderes de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk han intervenido una cuarentena de empresas, que seguían bajo jurisdicción ucraniana, y han impuesto en ellas administradores externos.
“Esta decisión pone en cuestión no solo la gestion de las empresas, ubicadas en los territorios de Donetsk y Lugansk, sino también su jurisdicción. Hasta cierto punto se está hablando de los derechos de propiedad de esas empresas”, advierte Dmitry Trenin, director del Centro Carnegie de Moscú.
Kiev ha tomado medidas de urgencia por miedo a que el bloqueo de carbón provoque apagones en el país. También ha anunciado que controlará la circulación de mercancías en la línea de demarcación para garantizar un nivel “crítico” de recursos.