“Están atrapados y van a morir”.
“Están atrapados y van a morir”. Así de rotundo se ha mostrado Brett McGurk, el representante de Donald Trump en la coalición antiyihadista,
con relación a los miembros del Dáesh que ocupan zonas del oeste de la ciudad iraquí de Mosul. Ha expresado que los yihadistas están aislados en el suroeste después de que las tropas iraquíes les hayan cortado la última vía de suministro.
“El Dáesh ha perdido más del 60% del territorio que controlaba aquí en Irak y sigue perdiendo más cada día. En total, en Irak y Siria, gracias a las operaciones de la coalición, en las que nuestras tropas apoyan a tropas locales y las fuerzas iraquíes, hemos arrebatado a los yihadistas 50 mil kilómetros cuadrados de territorio”, ha dicho McGurk.
Según el Ministerio iraquí de Migraciones, unas 100.000 personas se han visto desplazadas de la parte occidental de Mosul desde que comenzó la ofensiva en esa zona. Unos 600.000 iraquíes permanecen atrapados en enclaves controlados por el Dáesh.
Mientras tanto, unidades paramilitares iraquíes han hallado una fosa común con los restos de unos 500 cuerpos cerca de la prisión de Badusch, que unidades paramilitares iraquíes arrebataron al Dáesh hace pocos días.