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Unas 2.000 personas se han congregado en la plaza Riad al Solh de Beirut para protestar contra una nueva serie de impuestos aprobados el miércoles por el Parlamento.
Los diputados libaneses subieron del 10 al 11 por ciento el IVA e incrementaron otras tasas relacionados con el cemento, los sellos postales, cigarrillos y las bebidas alcohólicas para financiar la subida salarial de los empleados públicos.
“Esta huelga seguirá hasta que consigamos nuestras demandas. Nuestra única petición es que el Gobierno retire los impuestos. Ese es el primer paso”, decía un manifestante.
“Hoy hemos salido a las calles para alzar nuestras voces. Vamos a seguir todos los consejos de ministros y todas las sesiones parlamentarias y les vamos a decir que estamos en la calle y que vamos a derrocar a cualquier gobierno que no sea justo”, añadía otra.
El primer ministro Saad al Harriri salió para intentar calmar a los manifestantes pero estos le harengaron lanzándole agua y llamándole ladrón. A través de twitter, el mandatario pidió a los organizadores de las protestas una reunión para valorar sus demandas.
En las próximas semanas el Parlamento tiene que aprobar nuevas subidas de impuestos.