Las fuerzas iraquíes ayudan a evacuar a los civiles, muchos de ellos heridos, de entre las ruinas de la zona oeste de Mosul.
Según cifras facilitadas por Naciones Unidas, 255.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde octubre de 2016 huyendo de los combates entre el ejército iraquí y los yihadistas del autoproclamado Estado Islámico.