El escándalo de los empleos ficticios se cobra otra víctima en la política francesa.
El escándalo de los empleos ficticios se cobra otra víctima en la política francesa. Esta vez en el Gobierno de François Hollande.
Su ministro de Interior, Bruno Le Roux, ha dimitido tras revelarse que en varias ocasiones entre 2009 y 2016 contrató a dos hijas suyas como asistentes parlamentarias.
La Fiscalía Nacional Financiera ha anunciado que investigará los contratos. Según la cadena de televisión TCM, el político socialista habría firmado hasta 24 convenios temporales con ellas, los primeros cuando solo tenían 15 y 16 años.
Le Roux ha declarado que ha actuado con absoluta honestidad y que sus hijas desempeñaron las labores por las que fueron contratadas pero que prefiere apartarse del cargo para no empañar la acción gubernamental. Le sustituirá el hasta ahora secretario de Estado de Comercio Exterior Matthias Fekl.